De buena fuente se supo que la entrevista con el técnico de Melgar se pactó con varios días de anticipación y aunque en un principio habría incomodado al otrora capitán de la selección, no tuvo otra alternativa que aceptar -al parecer- a regañadientes un diálogo más personalizado.
De arranque uno de los temas que pusieron sobre la mesa fue la posibilidad de dirigir a la selección en un futuro no muy lejano. Aunque sus palabras trasladaron ingredientes de humildad, las mismas tuvieron una sazón de autoalabanza.
“Estoy en una etapa de consolidación, tratando de corregir algunas cosas, sobre todo en Perú para que luego trascienda fuera del país. Para ser técnico de mí selección, si queremos aspirar a ese halago, a ese honor, debemos venir con el palmarés de un Gareca o Markarián”.
“Uno debe trascender fuera (a nivel internacional) para que el jugador, el directivo, el entorno te vea de otra forma. Eso redundará en una credibilidad y mayor facilidad para convencer, no solo a los jugadores, también a los rivales”, expuso.
Aceptó que Melgar es obra suya y de un equipo de trabajo al cual alabó por un profesionalismo muchas veces carente en el ADN del futbolista peruano.
“Una de las cosas que más trato de influir es que esto es una profesión. Para muchos debe ser una forma de trascender en la vida y si no se forja una buena carrera se termina cayendo en la frustración y frustrando a la familia”.
“Hablo de vivir el fútbol como una profesión, ver a los rivales, ver fútbol. Creo que eso hoy como fútbol peruano aún no lo tenemos tan asumido”, puntualizó.
Finalizó la charla ponderando el proceso de consolidación de Alexis Arias, Gustavo Torres, Patricio Álvarez, Nilson Loyola, Gonzáles Vigil, jugadores que le hacen inflar el pecho de orgullo, pero que la vez representan un reto para seguir mejorando.
DATO: Hoy se cumplen 87 días desde que Reynoso dejó de hablar con el periodismo de Arequipa.
