Melgar sigue arrastrando una de las debilidades que le privaron obtener el título del Descentralizado 2016: falta de profundidad y/o verticalidad para superar a equipos defensivamente ordenados.
El 0-0 ante Cantolao por la primera fecha del Torneo de Verano dejó un sinsabor que trasciende el resultado, que deja el mensaje que a la versión 2017 del dominó le tomará varios partidos para poner a punto su estilo de juego.
Desde el arco hasta el mediocampo el horizonte tiene un rumbo que se pierde al momento de pisar el área de aquellos rivales que no otorgan espacios y que colectivamente funcionan como reloj suizo.
Dicho problema es una de las metas que busca solucionar el técnico Juan Reynoso, que aprovechará el primero de los tres torneos para que los engranajes de su maquinaria futbolística empiecen a funcionar a su modo, a su gusto.
Individualizar errores con solo dos partidos encima, sería caer inútilmente en la desesperación. Eso sí, el tiempo pasa y es importante que en el mas corto plazo los refuerzos puedan acoplarse a un equipo automatizado.
Un remate de Omar Fernández, un mano a mano de Wilmer Aguirre, en el que se impuso el arquero Federico Nicosia y el disparo del volante Denilson Ramírez que impactó en el travesaño del golero rojinegro Diego Campos, fueron las ocasiones más claras del primer tiempo.
En el complemento, con Ysrael Zúñiga (entró a los 53') la tendencia no cambió. Melgar dominando territorialmente el compromiso, pero sin encontrar el camino al gol ante un Cantolao con el libreto de defender con uñas y dientes el 0-0.
Posteriormente, con Luis García (entró a los 62') y Jean Pierre Barrientos (entró a los 73') en el terreno de juego, Reynoso buscó ganar más peso ofensivo; sin embargo, la imaginación para cristalizar la superioridad no apareció.
Otro disparo de Omar que desvió Nicosia y la única jugada de peligro de Emanuel Herrera, que por poco anotó el 1-0, fue la síntesis de un partido que dejó como conclusión que Melgar aún está en proceso de mutación.
Fuente: Los Deportivos
