El ingreso de Luis García e Ysrael Zúñiga, en el segundo tiempo del partido de ayer, fue, quizás, uno de los replanteamientos más efectivos que ha aplicado Juan Reynoso en su experiencia por Arequipa.
Con la entrada de ‘Lucho’, el popular ‘Cabezón’ convirtió un mediocampo lento y predecible, en una medular movediza para atacar y disciplinada para defender. Lo cual devino en el gol del número 7 rojinegro, que fue suficiente para que este FBC Melgar, versión 2017, comiece a escribir -con letras mayúsculas- una nueva historia en Copa Libertadores.
La primera mitad se caracterizó por contar con dos equipos carentes de inspiración para hilvanar jugadas de peligro. Por ambos lados, se dieron tímidos ataques, en los que poco o nada tuvieron que hacer Diego Penny y Esteban Dreer, quienes no pasaron angustia en sus áreas.
El cuadro ecuatoriano había apagado el mediocampo rojinegro, que permanecía estático y sin explosión, frente al tridente que conformaban Quiñónez, Gaibor y Mondaini.
Una jugada clave -que le costaría cara a la visita en el segundo tiempo- fue la expulsión del volante/extremo ecuatoriano Romario Caicedo en tan solo media hora de jugado el encuentro.
En el complemento entraría Luis García por Hernán Hinostroza, para darle más explosión a la volante arequipeña. Quince minutos después ingresó Zúñiga, y con ese esquema comenzaron las jugadas de peligro.
Un remate de Ascues, que desvió Dreer, le arrancaría el primer suspiro a la hinchada presente.
Un cabezazo de ‘Cachete’ Zúñiga, que se estrelló en el parante rival, sería el preámbulo de lo que se vendría dentro de poco.
Minuto 78: García toma el balón cerca de la banda izquierda, elude a un rival, con un enganche, y anota un golazo que hizo reventar la Unsa entera. El resto del partido simplemente sobró. Melgar venció a Emelec, que llegó con cartel de ‘cuco’ a Arequipa, pero se quedó corto en el campo de juego. La siguiente parada del ‘Dominó’ en Libertadores será Argentina, donde visitará a River. La consigna es la misma, robar todos los puntos que se puedan y seguir callando a esas bocas que lo daban por perdido en enero.
